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¿Qué es?
El acero inoxidable se ha convertido en una opción muy apreciada para la joyería debido a su bajo costo y gran resistencia. A diferencia de otros materiales más suaves, este tipo de acero puede soportar la mayoría de las actividades diarias con poco desgaste. Además, la joyería hecha de acero inoxidable no se oxida, lo que le permite mantener un aspecto atractivo incluso con un cuidado mínimo.
El acero inoxidable está formado por una mezcla de hierro y carbono, que incluye al menos un 10,5 % de cromo y un máximo de 1,2 % de carbono. Además, se puede combinar con otros metales como el níquel y el titanio, lo que le otorga mayor resistencia y beneficios adicionales.
Además de su resistencia y facilidad de mantenimiento, el acero inoxidable es un material ideal para la joyería, ya que permite una amplia gama de acabados, como cepillado, grabado, mate y brillante.
El oro laminado es una alternativa ideal para quienes buscan joyas más accesibles pero que mantengan la apariencia, el glamour y la funcionalidad de una pieza auténtica de oro. Son los complementos perfectos para aquellos que aprecian el oro y el lujo.
Este tipo de joyería se produce al unir mecánicamente una capa de oro con un metal base. En otras palabras, se trata de un proceso en el que una capa de oro genuino se combina con metales como el cobre o la plata. La capa de oro laminado es más gruesa que la de las piezas chapadas, lo que le otorga mayor durabilidad y resistencia al uso diario. Estas joyas pueden lucir sofisticadas y elegantes, siendo una opción excelente para quienes desean calidad a un precio más accesible en comparación con el oro puro.
La Plata 925 es una aleación de plata que se usa mucho en la creación de joyas de alta gama. El número “925” hace referencia a su composición, lo que significa que contiene un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales, como el cobre o diferentes aleaciones. Esta mezcla particular es lo que le da a la Plata 925 sus características únicas.
Se elige esta aleación en lugar de plata pura porque la plata en su forma natural es un metal bastante blando y maleable, lo que la hace susceptible a rayones y deformaciones. Al mezclarla con otros metales, como el cobre, se crea una aleación más robusta y duradera que mantiene el brillo y la belleza de la plata, pero con una mejor resistencia al uso diario.
La Plata de Ley 925 es muy valorada por su atractivo, resistencia y versatilidad. Es una elección común para hacer anillos, pulseras, collares, pendientes y otras piezas de joyería, ya que une la elegancia clásica de la plata con la durabilidad que se necesita para el uso diario. Además, ofrece la posibilidad de crear una gran variedad de diseños y acabados, lo que la hace un material querido tanto por los joyeros como por quienes aprecian la joyería de alta calidad.
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